Las imágenes que hoy les ofrecemos han indignado a los usuarios de las redes sociales que no entienden cómo los padres de un niño permitieron que el menor jugara con una pitón reticulada, una de las más largas del mundo.
La sorpresa es todavía mayor al comprobar que los responsables del menor, los que le acompañan en ese momento, no paran de reír mientras el pequeño juega con el reptil.
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