Porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación. (Luc 16:15)
Había un hombre llamado Simón, que ejercía la magia, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A este oían, diciendo: Este es el gran poder de Dios, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo. Pero
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