El viernes 5 de junio me quitaron la vida. Ese día un desconocido, con el alma negra, decidió ser Dios y arrebatarme la vida, llevándose al amor que llenaba mis días de alegrías, risas, bailes, cálidas bienvenidas a casa y felicidad plena.
A diferencia de lo que muchos pueden pensar en este
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